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Formas de gestionar tu estrés

Formas de gestionar tu estrés

El estrés consiste en algo que se encuentra muy vinculado a la gestión de las propias emociones, el tiempo e incluso del modo en que afrontamos las distintas situaciones cotidianas. Si quieres saber más, quédate con nosotros y aprende diversas formas de gestionar tu estrés.

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¿Cómo gestionar el estrés?

silueta de persona haciendo yoga

Si el estrés se mantiene durante un largo periodo, suele ser común que se comience a manifestar a través de dolencias físicas y malestares.

No obstante, es posible adoptar ciertas acciones diarias que logran que el impacto causado por el estrés sea menor y en consecuencia, ayuden a disfrutar de un mayor nivel de bienestar al mismo tiempo que optimizan los diversos ámbitos de la vida.

Aunque cabe decir que dichas acciones tienen que llevarse a cabo constantemente, con confianza y manteniendo una actitud positiva es posible.

Asimismo, hay que señalar que estas acciones o técnicas son aptas para gestionar el estrés siempre y cuando los casos no sean muy severos. De cualquier modo, a continuación presentamos algunas medidas simples y fáciles para reducir los niveles de estrés causados por la rutina diaria.

Claves para gestionar el estrés

1. Aplica la Sofrología para controlar tu estrés

Para poner en práctica la sofrología o como en francia es conocida sophrologie, no es necesario padecer una patología física o psíquica, sino todo lo contrario, resulta muy conveniente practicarla regularmente como método preventivo para diversos trastornos.

En cualquier caso, antes de empezar a practicarla, es preciso tener presente los siguientes cuatros elementos fundamentales:

  • Respiración.
  • Relajación física y psicológica.
  • Visualización.
  • Pensamientos positivos.

Ahora bien, para poner en práctica la sofrología es necesario sentarse o acostarse manteniendo una postura cómoda que permita relajarse físicamente, relajando cada uno de los músculos corporales, y asegurándose de respirar profundo.

Así, hay que cerciorarse de calmar la respiración y percibir como el aire pasa hacia los pulmones; también es preciso ir visualizando las dentistas partes del cuerpo mientras el mismo se va relajando, y al estar totalmente relajado hay que concentrarse en pensamientos positivos y visualizarlos por 10-15 minutos.

2. Identifica cuándo empieza el estrés

Reconocer el estrés no suele ser tan sencillo, y en numerosos casos únicamente es posible percibirlo al llegar a grandes niveles.

Sin embargo, para reconocerlo es preciso saber que el estrés suele manifestarse no solo de forma física, sino también emocional, además de que es posible que presente una intensidad que va en aumento o permanece latente.

Igualmente, conviene decir que para identificar y lograr combatir el estrés, hay que conocer que entre las señales físicas causadas por el mismo se encuentran, la tensión muscular, sobre todo en los hombros, el cuello y la mandíbula; al igual que tensión en la cara causando que los labios se mantengan apretados.

Por su parte, las señales emocionales consisten en la aparición de una sensación de angustia e irritación. De modo que al percibir cualquiera de estos signos, hay que saber que es hora de hacer un alto.

3. Utiliza técnicas de respiración

La respiración consiste en un medio que se encuentra al alcance de todos, y el cual es posible utilizar en todo momento y/o situación con el fin de gestionar el estrés.

Supone una gran herramienta para recobrar la serenidad, ya que ha logrado comprobarse que las respiraciones rítmicas y pausadas ayudan a activar el nervio vago, el cual se encarga de moderar las respuestas del organismo ante el estrés.

  • Solo hay que adoptar una posición cómoda y empezar a inspirar profundamente, intentando percibir cómo los pulmones poco apoco se llenan de aire, para después exhalar con lentitud el aire.
  • Realizar esto durante 2-3 minutos permite disminuir fácilmente los niveles de estrés.

4. Desvía la atención

El estrés suele estar vinculado a respuestas tanto de huida como de ataque, razón por la cual cuando se presenta normalmente la atención, termina centrándose en los focos que causaron la tensión; y mientras más se enfoque la mente en dichos focos de inquietud, mayor será el nivel de estrés.

Ese es el motivo por el que resulta esencial tratar de desviar la atención.

Para esto, es conveniente mirar algún objeto que se encuentre alrededor e intentar describirlo mentalmente de un modo tan detallado como sea posible; después hay que repetir el mismo ejercicio pero fijando la atención en un par de objetos diferentes.

Esto permite gestionar el estrés, ya que ayuda a controlar los impulsos y extender el panorama emocional inmediato con relativa facilidad.

5. Mira alguna imagen relajante

Las imágenes expresan sensaciones y logran transmitirlas a sus espectadores, motivo por el cual siempre resulta conveniente disponer de una pintura o fotografía que muestre alguna imagen relajante.

En este sentido, los paisajes suelen ser muy recomendables, sobre todo si consisten en lugares sitios solitarios y climas fríos acompañados por mucha agua o mucho verde.

Al sentir mucho estrés, el ver dichas imágenes suponen una muy apropiada alternativa para conseguir gestionarlo y hacer que disminuya; asimismo, se trata de un modo muy afectivo para enfocar la atención en algo agradable cuyo efecto ayude a reducir la inquietud.

La práctica de la sofrología y el resto de las técnicas mencionadas en este post suponen una opción muy acertada al desear aprender a gestionar tus niveles de estrés de manera correcta y eficaz, por lo que te invitamos a ponerlas en práctica dentro de tu vida cotidiana. ¿Te animas?