Qué es la terapia Gestalt
Dentro del mundo de las psicoterapias existen distintos tipos de disciplinas, y la formación en terapia Gestalt es una terapia psicológica en la que no solamente se tratan determinadas patologías en particular, sino que se busca el desarrollo del potencial de las personas.
El crecimiento personal y el desarrollo de nuestro potencial son los primeros fundamentos de una terapia psicológica gestáltica, y suele ser utilizada por aquellas personas que buscan la autorrealización y una mayor autoestima.
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¿En qué se enfoca una terapia Gestalt?
Es importante saber diferenciar entre los distintos tipos de terapias psicológicas para determinar cuál es la adecuada para cada persona, y la Gestalt es una de las más utilizadas, debido a que tiene un enfoque centrado en los procesos y no tanto en los contenidos.
Esto quiere decir que es una terapia pensada para aquellas personas que necesitan realizar obtener respuestas acerca de las conductas del momento, más que en los sucesos del pasado que nos han llevado a tener los patrones de comportamiento de la actualidad.
Esto no necesariamente significa que se deja de lado y se olvida la historia de la persona que realiza la terapia, sino más bien que todo lo sucedido en el pasado se enfoca desde la mirada del presente. Los hechos de la actualidad no solo reflejan lo que somos, sino también lo que fuimos.
Despertar la consciencia de cómo impactan en la personas sus actos y sus conductas, y cómo estas también impactan en su entorno es una de las bases fundamentales de esta terapia, prestando atención a todas las emociones, y cómo actuamos frente a estas, mediante distintos métodos como el de awareness (darse cuenta) y la aproximación fenomenológica.
Con una terapia Gestalt las personas pueden entender desde el presente que existen determinadas respuestas y comportamientos presentes que tienen que mucho más que ver con el pasado que con lo que estas viven en la actualidad, y mediante esa revelación, se pueden conocer herramientas que estén más ajustadas a sus vivencias hoy, encontrando nuevas formas para ajustarse y adaptarse a las situaciones actuales.
Para saber en el punto en el que nos encontramos es importante concienciar al paciente de cómo se ha llegado hasta esta situación en la que experimenta angustia u otros tipos de trastornos, y desde ese punto conocer nuevas posibilidades para desarrollarse y afrontar la vida, recobrando el autoestima, la creatividad y las ganas de desarrollar sus habilidades, como lo ha hecho en otras épocas e incluso como nunca lo había logrado hacer.
¿Cómo se aplica la terapia Gestalt?
El crecimiento personal y el autodescubrimiento son las bases que los psicólogos de esta disciplina tratan de aplicar en los pacientes, y para ello realizan un proceso mediante el cual encaminan a las personas a una introspección, para entenderse mejor a ellos mismos, con el objetivo de lograr también una mayor interrelación con el entorno.
La primera fase de una terapia gestáltica es la aceptación, es decir, el reconocimiento de lo que le está pasando al paciente en el momento, y las sensaciones que experimenta que le generan angustia, depresión u otros tipos de malestares.
La aceptación es muy importante para que afloren esos sentimientos que se guardan, y muchas veces pueden manifestarse psicosomáticamente.
La segunda fase es de responsabilidad, es decir, que una vez que la persona ya logró entender y aceptar los inconvenientes que la aquejan, llega el momento de hacerse responsable de que esto tiene que ver con sus actitudes, y con problemas que puede acarrear del pasado.
Esta fase es fundamental para que las personas dejen de pensar que los problemas siempre vienen de afuera o provienen de otras personas, y afronte todas las situaciones, así como también la dificultad para salir de ellos.
Durante la tercera etapa de diálogo, es cuando se logra la mayor interacción entre el terapeuta gestáltico y el paciente.
El profesional lo guía en su experiencia y entre ambos se genera un campo emocional y relacional que prepara al paciente para comenzar a avanzar, y conocer nuevas técnicas para solucionar sus problemas.
La cuarta etapa es de acción. En esta el paciente ya se encuentra preparado para recibir determinados conocimientos y nuevas técnicas que lo pueden ayudar a afrontar de mejor manera sus inconvenientes y malestares, para aumentar su calidad de vida, forjar sus relaciones interpersonales, y aumentar su autoestima.
Quién imparte la terapia Gestalt
El psicólogo que lleva a cabo este tipo de terapias conoce todas las técnicas y las aplica correctamente gracias a la especialización, mediante cursos y talleres de Gestalt que se imparten para personas que ya son profesionales.
Un profesional que imparte este tipo de terapia puede ofrecerle al paciente sesiones individuales, mediante la cual se busca establecer su equilibrio tanto relacional como emocional, aunque también existen terapias Gestalt de grupo, en las cuales el paciente se puede sentir cómodo, y obtener mayor confianza debido a que participan otras personas.
Los talleres de Gestalt y Cuerpo sirven para expresar las emociones y los malestares que poseen los pacientes utilizando también el cuerpo, en sesiones grupales, y también existe una rama de Movimiento Expresivo, mediante la cual el paciente profundiza su ser interior y se sincera desde un punto de vista diferente.